Etapas de la Planificación Financiera Personal

Las finanzas en las diferentes etapas de la vida de una persona

 

El manejo del dinero a lo largo de la vida de un ser humano es no solo una cuestión cultural, sino también es considerado la clave del éxito de muchas de sus decisiones.

Así como las etapas de la vida de la persona son distintas, las necesidades cambian, y con ellas las decisiones financieras de acuerdo a las circunstancias por las que transita todo ser humano. Uno de los puntos más importantes financieramente es comprender el valor del dinero, los ahorros, las inversiones y tomar las decisiones adecuadas de acuerdo a nuestros objetivos y valores con la mayor cantidad de información posible.

 

Tenemos varias opciones para delimitar las etapas en la vida de un ser humano, por mencionar solamente dos, podemos citar: mediante los rangos etarios, o a través de los sucesos (por ejemplo, ingreso a la Universidad, Primer empleo, Matrimonio).

Entendemos que si bien es arduo definir estrictamente la edad de inicio y de finalización de cada período en la vida de una persona, trataremos de simplificar y quedarnos con cinco etapas, y algunos hechos relevantes de cada una, que si bien son relativos y difícilmente asignables a cada una intentaremos enunciar:

  • Adolescencia (hasta los 19 años): cumpleaños de quince, viaje de egresados, compra de ropa, electrónica y accesorios para estar a tono con sus compañeros o amigos, salidas, en algunos casos primer empleo.
  • Juventud (20 a 35): educación terciaria/universitaria, trabajo, compra de un vehículo, iniciar un negocio propio, viajes, formación de una familia, casamiento, entre otros.
  • Adultez (36 a 50): casamiento, divorcio, generación de un negocio propio, compra o construcción de una vivienda, educación de los hijos, desarrollarse en una organización.
  • Pre retiro (51 a 60): consolidarse en la dirección de una organización, planificar la jubilación, mayores controles médicos, educación superior de los hijos.
  • Retiro (más de 60): considerar el aumento de los gastos en comparación con el incremento de los ingresos, analizar la expectativa de vida que tenemos.

 

A partir de todas las situaciones anteriormente descriptas y las realidades de cada individuo surgen innumerables formas de hacer uso del dinero y los recursos.

Por lo tanto, para ejemplificar encontramos que dos personas (llamémosle Pablo y Mariana, quienes no se conocen en absoluto) pueden hallarse dentro de una de las etapas que mencionamos, por ejemplo en la etapa de adultez, ambas con empleo y recursos, cansados de alquilar, considerando comprar una vivienda.

Hay tantas variables a considerar que no podemos otorgarles una recomendación genérica, mágica o práctica a ambas. ¿Por que? Porque Pablo vive en la provincia de Entre Rios, está casado, tiene un hijo recién nacido, desde niño que separó los regalos en efectivo que le hacían para su cumpleaños, y desde que comenzó a trabajar siendo joven, su objetivo consistía en que el 10% de sus ingresos lo destinara a ahorrar; si bien no todos los meses lo pudo hacer, cuenta con fondos reservados entre el y su mujer, Laura.

Por otra parte, Mariana vive en Buenos Aires, está casada también, pero aun no tiene hijos, no tiene ahorros, los gastos son altos donde ella y su marido viven, le gusta viajar, gastar en salidas, entretenimiento, restaurantes, comprar y vestirse con ropa de marca. Mariana averiguó en el banco donde es clienta y el oficial de crédito le informó que posee una buena calificación para obtener un préstamo hipotecario, uniendo sus ingresos con los de su marido.

Vemos entonces, que además de las diferencias entre la historia y el presente de cada uno, surgirán muchas cuestiones a considerar en la compra de una propiedad: ¿Cual es el monto máximo que podré pagar? ¿Desde el pozo o terminado? Si me otorgan un préstamo hipotecario en general tendré que conocer que solamente podré comprar un inmueble terminado. Además deberé analizar: ¿en que zona? ¿Con miras a reciclarlo y pagando un precio menor? ¿Con poca antigüedad considerando que en los próximos años no debería tener problemas? ¿Con que comodidades? ¿Cuantos años voy a querer vivir en esa propiedad? ¿10? ¿Toda mi vida? ¿Cuanto tiempo estoy dispuesto a invertir en ver y visitar propiedades? ¿3 meses? ¿1 año?

Y podríamos continuar con temas relacionados al financiamiento que mencionábamos al inicio del párrafo anterior: ¿la compra será con apalancamiento o recursos propios? ¿En qué proporción? Si tengo ahorros, ¿lo adquiero con fondos propios y puedo conseguir una rebaja por pago al contado? ¿O no me convendrá desprenderme del efectivo? Si una entidad financiera me otorga un préstamo: ¿cual es la tasa? ¿Fija o variable? ¿Y el plazo? ¿Cual es la inflación actual y futura estimada?

 

Entonces vemos que si bien tanto Pablo como Mariana están en la misma etapa y con el mismo objetivo, no podemos dejar de tener en cuenta todos los factores que condicionan e influyen la decisión de cada uno.

Por esto es que, por ejemplo, refiriéndonos a inversiones, ¿de qué sirve que dadas las condiciones actuales en el mercado Argentino recomendemos que invierta en bonos en dólares, compre metales (oro, plata) o activos que están subvaluados, si no conocemos la situación personal de cada uno? Creo que sería como decirles: “hay un departamento en venta en Belgrano que es justo lo que necesitan” o “lo mejor que la gente puede hacer es comprar cupones atados al PBI” o “conozcan las termas de La Paz (en Entre Rios) que son muy lindas”. ¿A quien va dirigido el mensaje? ¿A todos? ¿Quienes son todos? Lo generalista termina siendo ambiguo, vago y muchas veces difícilmente aplicable a nuestra realidad personal.

Por lo tanto, tanto financiera como no financieramente creemos que inicialmente sería necesario:

  • Definir el objetivo a alcanzar dadas nuestras circunstancias particulares y nuestra historia
  • Armar la estrategia y determinar las necesidades
  • Analizar los montos y formas de financiamiento
  • Observar cómo se mueve el mercado y cómo nos moveremos nosotros.

 

Al igual que aprender otros tipos de disciplinas o conocimientos, lo que sí creemos necesario es la educación financiera en todas las etapas de la vida de una persona. A partir de esto, piense en sus cuestiones particulares, subjetivas, personales y llegará donde se propone.

Bienvenida la diversidad.